Hoy no quiero hablar de fútbol,
ni siquiera de ese fútbol subterráneo que tanto me gusta abordar. No quiero
básicamente porque llevo unas semanas un tanto pensativo. Más que pensativo,
con dudas. Más que con dudas, con un cabreo impresionante dentro de mí. Bueno,
no sé si es cabreo o tristeza.
(01 de junio de 2016)
Hoy a las 15:00 he terminado de comer, he encendido la televisión (tenía que hacer el directo del España – Corea del Sur) y he puesto Cuatro para luego conectar con la previa del partido. Mis ojos se quedaron deslumbrados: Manolo Lama presentaba a un cocodrilo (sí, no estoy de broma, un cocodrilo) que simplemente “andaba” como el “bicho” más deportista. Me he quedado aturdido y he apagado la tele.
Hoy a las 15:00 he terminado de comer, he encendido la televisión (tenía que hacer el directo del España – Corea del Sur) y he puesto Cuatro para luego conectar con la previa del partido. Mis ojos se quedaron deslumbrados: Manolo Lama presentaba a un cocodrilo (sí, no estoy de broma, un cocodrilo) que simplemente “andaba” como el “bicho” más deportista. Me he quedado aturdido y he apagado la tele.
Nada más apagarla, he decidido
poner “Radio Marca” en el buscador del ordenador, y el aturdimiento se ha
vuelto mayor. No entraba en mi cabeza, otra vez. Ha sido la trigésimo octava vez
que me he puesto así. Luego, he buscado “De la Morena”, apareciendo las cifras
de su fichaje por Onda Cero: 3 millones de euros. No juega en el Barcelona, ni
en el Madrid, ni en el Atlético, pero puede cobrar eso.
Pero en ese momento no me he sentido
verdaderamente triste. El momento real de tristeza ha sido al entrar en Twitter
y leer un tweet de Marcador Internacional sobre el proyecto de los podcasts de
la Eurocopa. MI siempre ha sido mi referencia, y siempre ha sido el plan de los
sábados a las 13:00. Siempre. Faltando como mucho a dos o tres citas en el año,
y por motivos superiores. Porque es el programa que mejor trata a todos los que
participan en este raro pero maravilloso planeta llamado fútbol.
En las últimas semanas, ha habido
un movimiento llamado #YoSoyRadioMarca en el cual me he negado a participar.
Prácticamente, ninguna mención. Yo soy un oyente muy frecuente de Radio Marca,
sobre todo de Marcador: me parece el programa que mejor aborda el deporte en
directo de la radio española. Y lo hace de la manera más justa posible. Por lo
menos, en mi opinión. Y además de la forma más amena. Nunca me ha faltado en
las últimas jornadas de Liga.
Y ahora, esa radio, ese universo,
esa realidad paralela que sirve para entrar en unos minutos en un mundo
idealizado, va a dejar de existir excepto milagro. El movimiento se ha hecho
para intentar parar esto. Pero, si he decidido no participar, es porque me
niego a creérmelo. Edu García y Axel Torres (ahora Raúl Fuentes) han conducido
horas y horas de mi adolescencia como para que ahora se vayan. Mientras que
triunfa el periodismo deportivo pacotilla, que se prostituye, que no busca más
que la vulgaridad, el propio periodismo manda a la calle a los que lo cuidan y
protegen en vez de a los que le maltratan.
Me niego a aceptarlo.
PD: El que piense en Radio Marca
como radio imparcial (que lo puede ser), os aseguro que no tiene nada que ver
con eso. Y que el espíritu de este escrito es otro.
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