“Esta no es mi Sampdoria, no es el equipo fuerte que hemos construido y que queremos fortalecer. Posiblemente, en el fútbol nunca puedes decir que eres fuerte.”
Sí, esto lo dice el hombre postrado en la foto. Tras la mayor
humillación en la historia reciente de uno de los equipos más históricos de
Italia (junto con el descenso a la Serie B), su presidente, Massimo Ferrero, sale
al terreno de juego del Olimpico de Turín (debido a que el césped del
Ferraris estaba siendo renovado). Aplaude a la afición, que sin embargo pide
que se acerque para que dar explicaciones reales de lo ocurrido. Ferrero ignora
dichas peticiones y sigue aplaudiendo y mandando besos. El nuevo entrenador,
Walter Zenga, pide también disculpas. Su equipo acaba de deshonrar a una
afición destinada a sufrir. Una clasificación para la Europa League de rebote
debido a los problemas financieros del eterno rival, el Genoa, reanimaba las
esperanzas de volver a destacar.