“Es lo
suficientemente bueno para alcanzar las 100 internacionalidades”. Así, con
estas directas pero sutiles palabras, Roy Hogdson hablaba de cómo Raheem
Sterling lo tiene todo para convertirse en el nuevo “main man” de la selección
inglesa. Una figura tan complicada cómo presionada en la cultura inglesa. Y es
que, en los últimos tiempos, la cantidad de futuros hombres clave que la
selección ha buscado da para más longitud que la de una lista de la compra.
Pero lo peor de todo, es que la mayoría han sido “futuros”. Pocas veces “presentes”.